Es una enfermedad que se caracteriza por la destrucción progresiva de
los tejidos que soportan el diente, incluyendo ligamento, cemento y
hueso. Algunos síntomas son: sangrado de las encías, mal aliento, encías
hinchadas, entre otros.
Es causada por las bacterias, al formarse constantemente sobre los
dientes una película transparente y pegajosa.
Si no la elimina
diariamente con el cepillado y el uso del hilo dental, la placa se
acumula y las bacterias pueden infectar no sólo la encía superficial y
los dientes, sino también el tejido gingival y el hueso que sostiene los
dientes.
Para esto se recomienda una buena higiene bucal y acudir al odontologo parcialmente cada 6 meses.
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